sábado 27 de julio de 2024 - Edición Nº2061

Nacional | 13 feb 2024

Sociedad

La carne vacuna, entre la inflación y las exportaciones

El consumo interno de carne vacuna registró una caída de 12,8 por ciento en diciembre. Por otro lado las exportaciones crecieron un 30 por ciento en el mismo mes, impulsadas por la demanda de China y el levantamiento de las restricciones sanitarias.


El consumo interno de carne vacuna cayó en diciembre por el aumento de los precios, mientras que las ventas al exterior se mantienen firmes. Los productores reclaman una mayor participación en la cadena de valor.

 

El año 2023 terminó con un panorama complejo para el sector cárnico argentino. Por un lado, el consumo interno de carne vacuna registró una caída de 12,8 por ciento en diciembre, según el informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA). Por otro lado, las exportaciones crecieron un 30 por ciento en el mismo mes, impulsadas por la demanda de China y el levantamiento de las restricciones sanitarias.

 

El menor consumo se explica por el aumento de los precios de la carne al mostrador, que en diciembre se dispararon un 25,1 por ciento, según el índice de precios al consumidor del INDEC. En el acumulado del año, la carne vacuna subió un 252,9 por ciento, muy por encima de la inflación general, que fue del 158,8 por ciento.

 

El presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), Sergio Pedace, atribuyó la suba de los precios a que "estaban un poco atrasados" y a que "hay una participación cada día más importante de las exportaciones dentro de la oferta total disponible". Según Pedace, las exportaciones representaron el 33 por ciento de la producción en enero, lo que genera una menor disponibilidad para el mercado interno.

 

Pedace también señaló que el consumo per cápita de carne vacuna se ubicó en 52,9 kilos por habitante por año en 2023, lo que implica un crecimiento de 3,6 por ciento respecto a 2022, pero que sigue siendo muy bajo en términos históricos. "La gente se ha volcado más al cerdo, que está muy barato, y al pollo, que ya llegó a su techo", afirmó.

 

Por su parte, los productores agropecuarios reclaman una mayor participación en la cadena de valor de la carne, ya que según el índice de precios en origen y destino (IPOD) de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el consumidor pagó $3,8 por cada $1 que recibió el productor en enero. "En promedio, la participación del productor explicó el 26,9 por ciento de los precios de venta final", indicó el informe de la CAME.

 

Los productores también se ven afectados por la suba de los costos de producción, como el maíz y la soja, que son los principales insumos para la alimentación del ganado. Los futuros de estos granos en Chicago se mantienen cerca de mínimos de tres años, debido a la caída de la demanda en China, el principal importador mundial, y a las expectativas de una mayor oferta global.

 

Ante este escenario, el sector cárnico espera que el gobierno nacional tome medidas para mejorar la competitividad, como la reducción de las retenciones a las exportaciones, la eliminación de los impuestos internos, la simplificación de los trámites burocráticos y la apertura de nuevos mercados. Asimismo, pide que se fomente el consumo interno con políticas que mejoren el poder adquisitivo de la población y que se controle la informalidad y la evasión fiscal en la cadena de comercialización.

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