Ley Ómnibus: se pasa a un nuevo cuarto intermedio

La polémica ley impulsada por el presidente Javier Milei, que propone una serie de reformas económicas, sociales, impositivas y de seguridad, enfrenta una fuerte resistencia tanto dentro como fuera del Congreso. Mientras los diputados debaten el proyecto en una sesión especial que se extenderá hasta hoy viernes, miles de manifestantes se congregan en las inmediaciones del Palacio Legislativo para expresar su rechazo a la iniciativa.

La jornada del jueves estuvo marcada por la represión de las fuerzas de seguridad, que dispersaron con gases lacrimógenos y balas de goma a los manifestantes que intentaban acercarse al Congreso. Según fuentes oficiales, hubo al menos un detenido y varios heridos, entre ellos periodistas y legisladores opositores. Los manifestantes, en su mayoría trabajadores estatales, jubilados, estudiantes y organizaciones sociales, denunciaron la brutalidad policial y exigieron el retiro del proyecto de ley.

En el recinto, el clima también fue de alta tensión. El oficialismo, que cuenta con el apoyo de algunos bloques minoritarios, busca aprobar la ley ómnibus, que consta de 523 artículos y abarca una variedad de temas, como la declaración de emergencia pública, la desregulación de la economía, la privatización de empresas públicas, el blanqueo de capitales, la reforma previsional y la baja de impuestos, entre otros.

El dictamen de mayoría, que fue firmado el miércoles por la noche, incorporó algunos cambios en el capítulo de privatizaciones, para atender los reclamos de los bloques dialoguistas, que pidieron mayor transparencia y control en el proceso de venta de los activos estatales. Sin embargo, estos cambios no fueron suficientes para convencer a la oposición, que cuestionó la constitucionalidad, la oportunidad y la conveniencia de la ley.

El debate se inició el jueves al mediodía, luego de un cuarto intermedio, y se prevé que continúe hasta el viernes, cuando se espera que se realice la votación en general y en particular. El oficialismo confía en tener los votos necesarios para darle media sanción al proyecto y girarlo al Senado, donde también deberá sortear una fuerte resistencia.

La ley ómnibus es considerada por el gobierno de Milei como una herramienta clave para restablecer la democracia liberal y la economía de mercado, y para superar la grave crisis que atraviesa el país. Sin embargo, para sus detractores, se trata de una ley regresiva, que beneficia a los sectores más ricos y perjudica a los más vulnerables, y que vulnera los derechos de los trabajadores, los jubilados y los usuarios de servicios públicos.