sábado 14 de diciembre de 2024 - Edición Nº2201

Interés General | 25 ene 2024

A 27 años del crimen de Cabezas, su legado sigue vivo en la defensa de la libertad de expresión

El crimen conmocionó al país y se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad de expresión y el derecho a la información.


Por: Lautaro A. Hermosilla V.

El 25 de enero de 1997, el reportero gráfico José Luis Cabezas fue asesinado a sangre fría en la localidad de Pinamar, tras haber fotografiado al empresario Alfredo Yabrán, sospechado de estar vinculado con el contrabando, la evasión fiscal y el lavado de dinero.

 

Cabezas trabajaba para la revista Noticias, que había publicado una investigación sobre Yabrán y su influencia en el gobierno de Carlos Menem. El fotógrafo logró capturar la imagen del empresario, que hasta entonces se había mantenido en el anonimato, en una fiesta en la casa del ex presidente. Esa foto le costó la vida.

 

La noche del 25 de enero, Cabezas fue secuestrado por un grupo de sicarios, que lo llevaron a una cava abandonada, lo golpearon, le dispararon en la cabeza y le prendieron fuego dentro de su auto. El hecho causó una gran indignación social y generó una movilización masiva de periodistas, organizaciones de derechos humanos y ciudadanos, que exigieron justicia y el esclarecimiento del caso.

 

La investigación judicial reveló la existencia de una trama de complicidades entre el gobierno, políticos, empresarios, policías y mafiosos, que intentaron encubrir el crimen y desviar la pesquisa. Sin embargo, gracias al trabajo de los medios de comunicación y la presión de la opinión pública, se logró identificar y condenar a los autores materiales e intelectuales del asesinato.

 

Entre los responsables se encontraban el propio Yabrán, que se suicidó en 1998 antes de ser detenido; el ex comisario Gustavo Prellezo, que fue el autor del disparo fatal; el ex intendente de Pinamar, Blas Altieri, que facilitó la logística del operativo; y el ex secretario de Seguridad, Carlos Corach, que fue acusado de obstruir la investigación.

 

A 27 años de aquel hecho atroz, el legado de Cabezas sigue vigente en la memoria colectiva y en el compromiso de los periodistas con la defensa de la libertad de expresión y el ejercicio de su profesión. Su caso es un recordatorio de los riesgos y desafíos que enfrentan los trabajadores de la prensa en un contexto de violencia, corrupción e impunidad.

 

Por eso, cada 25 de enero se conmemora el Día del Reportero Gráfico en la Argentina, en homenaje a Cabezas y a todos los colegas que han sido víctimas de agresiones, amenazas, censura o asesinato por cumplir con su deber de informar a la sociedad. Su ejemplo nos inspira a seguir luchando por la verdad, la justicia y la democracia.

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