jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Efemérides | 14 may 2022

informática

Cumple 61 años Clementina, la primera computadora del país

La misma, que había arribado al país meses antes, comenzó a funcionar en la Universidad Nacional de Buenos Aires.


15 de mayo de 1961, en el Pabellón I de Ciudad Universitaria, donde también se erigió en esa época el Instituto de Cálculo y con él la carrera de "Computador Científico", la primera de su tipo en la región; comenzaba a funcionar la primera computadora en territorio argentino, conocida como Clementina. 

 

Su nombre, técnicamente, era "Mercury" y con sus 500 kg de peso llegó al país en barco en 1960, tras haber sido encargada a la fábrica británica Ferranti, pero se la conoció popularmente como "Clementina", apodo que se le dio porque al finalizar un cálculo la máquina ejecutaba un sonido con los acordes de la canción “Oh My Darling’ Clementine”.

 

Clementina llegó al país en noviembre de 1960, y funcionó desde del año siguiente, hasta su desmantelamiento en 1971 en el Pabellón I de la Ciudad Universitaria de la Universidad de Buenos Aires. Esta computadora, vale la pena la obvia aclaración, no era como las actuales, no tenía monitor ni teclado, y estaba compuesta por 18 gabinetes lo cual hacía que midiera 18 metros de largo, ocupando toda una habitación. Tardaba 2 horas en encenderse y era 3.400.000.000.000 veces más lenta que una computadora de hoy en día.

 

Por el gran tamaño de la computadora y el sistema de refrigeración que necesitaba, se tuvo que modificar el edificio de la Ciudad Universitaria en el cual se instaló. Clementina fue intensamente utilizada para aplicaciones de economía matemática, investigación operativa, estadística, análisis numérico y además facilitó la enseñanza de programación en la primera carrera universitaria de computación de toda América del Sur.

 

La computadora tenía una memoria operativa de 5 KB, y ciclos de 1 MHz que le permitían hacer unos 30.000 cálculos cada segundo. En esta innovadora tecnología se programaba en un lenguaje propio llamado, Mercury Autocode.

 

Clementina siguió en funcionamiento hasta mediados del año 1971, cuando su mantenimiento se hizo imposible por falta de piezas. Luego de su desmantelamiento, los restos se deshicieron como simples residuos. Tan sólo unas pocas partes de la computadora fueron rescatados por personal técnico de la facultad y aún los conservan como piezas de colección.

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