

Desde este lunes, comenzó la rebaja de aranceles a productos textiles importados, por lo que el Gobierno nacional implementó el 31 de marzo una reducción en los aranceles a la importación de ropa y calzado, bajando del 35% al 20%. La medida, oficializada a través del Decreto 236/2025 publicado en el Boletín Oficial, también afecta a los tejidos, que pasan del 26% al 18%, y a diversas categorías de hilados, cuyos aranceles se reducen del 18% a 12%, 14% y 16% según el caso.
El decreto lleva la firma del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo. Sin embargo, no figura la firma del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, lo que ha generado interrogantes sobre su participación en la decisión.
La medida busca incentivar la competencia y reducir los precios de la indumentaria en el mercado local, según explicó Caputo en redes sociales antes de la publicación del decreto. "Con el objetivo de bajar los precios locales y aumentar la competencia, vamos a rebajar los impuestos a la importación de ropa, calzado y telas", escribió en X (ex Twitter). Acompañó su anuncio con un relevamiento de precios que indica que una remera en Argentina cuesta un 310% más que en España y un 95% más que en Brasil, mientras que una campera es un 174% más cara que en España y un 90% más que en Brasil.
"Seguimos reduciendo impuestos y aranceles para fomentar la competencia y continuar bajando la inflación", celebró el ministro de Economía. La decisión genera expectativas en el sector comercial y consumidores, aunque también preocupa a la industria textil nacional, que podría enfrentar un aumento en la competencia de productos importados.