viernes 07 de febrero de 2025 - Edición Nº2256

Nacional | 5 feb 2025

Economía

Incertidumbre en la industria automotriz: baja la inversión en la Argentina y Brasil capta 12 veces más

El futuro de la industria automotriz argentina dependerá de la capacidad del país para ofrecer condiciones más competitivas y previsibles. Mientras tanto, la brecha de inversiones sigue aumentando y la incertidumbre crece entre empresarios y trabajadores del sector


La industria automotriz en Argentina enfrenta un futuro incierto, con inversiones significativamente menores en comparación con su vecino y socio comercial Brasil. Según datos recientes, mientras las multinacionales del sector destinaron 20.400 millones de dólares a Brasil, en Argentina las inversiones apenas alcanzaron los 1.700 millones, lo que marca una relación de 1 a 12. Esta tendencia genera preocupación en el sector, donde algunos empresarios advierten sobre una posible desaparición de la industria automotriz nacional.

 

Históricamente, desde la creación del Mercosur en 1991, la relación de inversión entre ambos países oscilaba entre 1 a 4 y 1 a 6 a favor de Brasil. Sin embargo, la brecha se ha profundizado debido a políticas más favorables en el país vecino, especialmente con el plan MoVer, que fomenta la producción de vehículos eléctricos e híbridos. En Argentina, en cambio, las inversiones no incluyen modelos de nuevas tecnologías, lo que podría dejar al país rezagado en la transición global hacia la movilidad sustentable.

 

Las razones detrás de esta diferencia son múltiples. Brasil, al ser la décima economía mundial y contar con un mercado de 2.482.000 vehículos vendidos en 2024 frente a los 414.000 de Argentina, resulta un destino más atractivo para las automotrices. Además, las ventajas fiscales y los incentivos estatales facilitan la producción en el país vecino. En contraste, en Argentina las automotrices enfrentan una carga impositiva elevada, con retenciones a la exportación, impuestos a los débitos y créditos, y una estructura tributaria que encarece la producción.

 

Otro factor clave es la estabilidad económica. Mientras Brasil mantiene una política industrial constante a lo largo de los años, Argentina ha sufrido bruscos cambios en sus regulaciones y condiciones de mercado. Empresas como General Motors han experimentado retrocesos en sus inversiones debido a modificaciones en las normativas impositivas. Esta falta de previsibilidad desalienta nuevos desembolsos y genera incertidumbre en el sector.

 

El contexto financiero también juega un rol fundamental. Las restricciones para importar y girar utilidades han sido una constante en los últimos años en Argentina, mientras que Brasil mantiene un acceso fluido a divisas y un menor riesgo país, lo que reduce los costos financieros para las empresas. Como resultado, algunas compañías están optando por instalarse solo en Brasil y abastecer el mercado argentino desde allí, aprovechando el comercio compensado entre ambos países.

 

El futuro de la industria automotriz argentina dependerá de la capacidad del país para ofrecer condiciones más competitivas y previsibles. Mientras tanto, la brecha de inversiones sigue aumentando y la incertidumbre crece entre empresarios y trabajadores del sector, quienes ven con preocupación la posibilidad de que la producción nacional se reduzca a simples ensamblajes con bajo contenido local.

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