domingo 30 de junio de 2024 - Edición Nº2034

Regional | 27 jun 2024

Ciencia

Descubren un río prehistórico de más 40 millones de años en la Antártida

Un equipo de científicos acaba de dar con el sistema fluvial más grande del que se tenga registro en el continente helado.


Una expedición a lo más profundo de la Antártida acaba de revelar un sistema fluvial prehistórico de cientos de kilómetros que hasta ahora había estado oculto bajo el hielo. Los científicos que lo descubrieron describieron que se trata de los vestigios de un extenso delta que fluyó durante la era geológica conocida como Eoceno y que cruzó el territorio que hoy está congelado, cuando la Tierra tenía un clima más cálido que el actual.

 

El equipo, liderado por científicos de la Universidad de Bremen y el Instituto Alfred Wegener de Alemania, puntualizó que el río prehistórico midió al menos 1,600 kilómetros y que existió hace entre 34 y 44 millones de años. Por ahora, representa el sistema fluvial más grande del que se tiene conocimiento en el continente helado. Los resultados de la expedición fueron publicados en la revista Science Advances.

 

Los vestigios del río no son relieves en la superficie de la Antártida que un dron o satélite pueda simplemente fotografiar. Los científicos tuvieron que atravesar el territorio congelado a bordo del barco especializado ‘Polarstern’ y perforar hasta 30 metros debajo del suelo para extraer sedimentos antiguos. La lectura multidisciplinar a esas rocas permitió dar con nuevas huellas químicas del pasado hídrico del territorio.

 

Con investigación satelital y radares, científicos encuentran una región de 32,000 kilómetros cuadrados bajo la Antártida; hubo un sistema fluvial. La parte inferior del material correspondía al periodo Cretácico, hace 85 millones de años. Contenía partículas fósiles que son características de un bosque lluvioso templado. Mientras tanto, la porción superior era mayoritariamente arena de la época del Eoceno medio y tardío. Dicho periodo es reconocido por albergar un evento de enfriamiento global que derivó en la formación de los glaciares. El material en medio de esas capas, por tanto, corresponde a un periodo de transición entre la Antártida cálida y la que ahora se conoce.

 

Cuando analizaron el sedimento del Eoceno, reconocieron patrones estratificados similares a las marcas que dejan las deltas de los ríos más largos conocidos, como el Río Mississippi o el Río Nilo. Posteriormente, extrapolaron la información para determinar el posible sitio por el que circulaba el río. El equipo encontró la misma arena en una región salada alrededor de un sistema montañoso separado a 1,600 kilómetros. Un análisis posterior de lípidos y azúcares al material hallado arrojó huellas biológicas de cianobacterias de agua dulce.

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