A partir del viernes podrían cerrar el turno noche en las estaciones de servicio

Por: Germán Sznek

Los empresarios expendedores de combustible, popularmente conocidos como estacioneros, lanzaron un alerta los últimos días ante el congelamiento del precio de los combustibles hasta el 31 de octubre, dispuesto por el gobierno nacional, luego de aumentar los precios en un 12,5%, como una medida para intentar contrarrestar el duro impacto de la devaluación pos PASO de un 22% de dólar oficial que tuvo un efecto directo en la inflación, que golpea de lleno los ingresos de los trabajadores y los sectores populares.

En este sentido, desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) dieron a conocer que, ante la disposición anunciada por Sergio Massa, posiblemente realicen algún tipo de medidas de lock out la próxima semana en caso que, según afirmaron, el gobierno nacional no de respuesta alguna a sus reclamos, entre los que se encuentran: una mayor participación en los porcentajes de venta de combustibles y facilidades impositivas, ya que, denunciaron, no reciben ningún tipo de subsidios. “Queremos reducir los gastos”, pidió el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Neuquén y Río Negro (CECNERN), Marcelo Pirri.

Marcelo Pirri, presidente de la CECNERN.

Si bien días atrás habían analizado la posibilidad de, en principio, llevar a cabo cierres en el turno noche en las estaciones de servicio como “medida de protesta”, esto quedó en suspenso temporal hasta tanto las cámaras del sector sean recibidas por representantes del gobierno nacional. Pirri confirmó que este viernes 25 de agosto serán (la CECHA) recibidos por el Secretario de Comercio Interior, Matías Tombolini, para intentar llegar a un acuerdo. A la espera del cónclave, el empresario aseguró que si el gobierno no responde a sus reclamos “tendremos que cerrar a la noche, o cortar el despacho en algunas horas del día, la semana que viene”.

El representante de  Neuquén y Río Negro en la confederación nacional del sector recordó que así como existen subsidios estatales a diferentes empresas, ellos también pretenden, al menos, algunas facilidades impositivas para sortear con mayor facilidad los costos que, según Pirri, no alcanzan a cubrir con el aumento del 12,5 % en los combustibles.

“No pedimos que se incremente el precio en surtidor, lo que pretendemos es poder tener entre un 25% y un 30% más de utilidad”, explicó. En diálogo con Austral News, el empresario especificó que, en promedio, las estaciones de servicio obtienen un 10% de lo recaudado por venta de combustible. Del 90% restante, entre un 30% y 40% lo retiene el estado nacional en carácter de impuestos y el resto lo embolsan directamente las empresas petroleras, que sin dudas amasan cifras millonarias.

Quienes también siguen muy de cerca el desarrollo de esta situación son las y los trabajadores de las estaciones de servicio. Al igual que en todos los sectores del movimiento obrero organizado, el acuerdo paritario de un aumento del 30% en 3 tramos quedó lejísimos del costo de vida, que crece fuertemente y que dio un golpe durísimo luego de la devaluación del 14 de agosto. Marcelo Pirri reconoció que tuvieron que pedir un cuarto intermedio ante el pedido del Sindicato Obreros de Estaciones de Servicio, GNC, Garages, Playas de Estacionamiento y Lavaderos de Autos (SOESGyPE) de adelantar la revisión que estaba prevista para el mes de septiembre, de la misma manera que están solicitando varios sindicatos ante la escalada inflacionaria.