

Luego de que Rusia perdiera la ciudad ucraniana de Jerson, a los pocos días, unos de los países que integra la Organización del Tratado Atlantico Norte (OTAN) fue atacado por misiles rusos, provocandole la muerte a dos personas. De esta manera, Polonia que fue el país atacado, llamó a investigar para evaluar entre las autoridades occidentales si Rusia infringió uno de los árticulos que indica que si unos de los Estados miembro recibe un ataque, entonces actuarían en conjunto en represalia a la provocación.
Tal es así, que Polonia denunció que dos misiles rusos impactaron en Przewodów, una localidad cercana a la frontera con Ucrania, matando a dos personas y elevando al límite el riesgo que la guerra en Ucrania degenere en un conflicto europeo a gran escala.
El incidente se produjo el mismo día en que Moscú lanzó una serie de ataques sobre objetivos civiles e infraestructura crítica en territorio ucraniano, incluida la capital, Kiev. De inmediato, el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki, reunió al Consejo de Seguridad Nacional para evaluar la respuesta y empezaron a circular alarmantes análisis sobre una posible represalia militar de la OTAN sobre Rusia.
El portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, el general Pat Ryder, aseguró que Washington no tiene "ningún dato que corrobore que ha habido un bombardeo con misiles", aunque los países bálticos salieron a respaldar a Polonia, mientras Hungría también convocaba al Consejo de Defensa. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, atinó a decir que estaba "en shock" con la noticia del ataque.
Por su parte, luego de las acusaciones, el Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que "las declaraciones de medios de comunicación y funcionarios polacos son una provocación deliberada con el fin de una escalada", desligándose de la explosión.
También, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski hizo hincapié en que el ataque tuvo lugar en un país miembro de la OTAN: "Llevamos mucho tiempo advirtiendo que las acciones rusas no se limitan a Ucrania", sostuvo.
Respecto a los testimonios de la OTAN, dijo que "en lo que respecta a nuestros compromisos de seguridad y el artículo 5, hemos sido muy claros que defenderemos cada pulgada del territorio de la OTAN".
Los Estados Unidos y según agentes de inteligencia de la CIA, esperan prudentemente recoger la mayor cantidad de información si los misiles fueron lanzados por Rusia o no. Por su parte, Vladimir Putin dice que es "toda una falacia" porque ese ataque no fue perpetrado por Rusia.