El Congreso se renueva: juran los nuevos senadores con la ausencia de Lorena Villaverde

El Senado vive una jornada clave de recambio institucional. Este viernes, 23 de los 24 senadores electos el pasado 26 de octubre jurarán sus cargos, en el proceso formal de renovación que se completará el próximo 10 de diciembre junto con la asunción de los 127 nuevos diputados. Pero la ceremonia llega atravesada por un vacío que ya se había anticipado: Lorena Villaverde no jurará, y su banca sigue envuelta en un profundo manto de incertidumbre.

La sesión preparatoria comenzó a las 11, convocada en cumplimiento del artículo 56 de la Constitución Nacional y de los artículos 7 al 12 del Reglamento del Senado, que establecen la obligación de aprobar diplomas, tomar juramentos y revisar los títulos tanto de los titulares como de los suplentes electos. Lo que debería haber sido un trámite ordinario quedó empañado por el conflicto político y judicial que rodea a la legisladora rionegrina de La Libertad Avanza.

Mientras los senadores electos desfilan para prestar juramento, la ausencia de Villaverde se convierte en la imagen más fuerte del día. Su caso, lejos de resolverse, volvió a la Comisión de Asuntos Constitucionales, luego de que la UCR y buena parte de los bloques provinciales se negaran a respaldar su diploma. La Libertad Avanza había confiado hasta último momento en conseguir los votos para habilitar su asunción, pero como se preveía, el intento fracasó.

La oposición rionegrina impulsó una impugnación que ya tuvo un dictamen no vinculante en Asuntos Constitucionales. Los argumentos giran en torno a los presuntos vínculos de Villaverde con Federico “Fred” Machado, empresario acusado de narcotráfico, y a las causas que la legisladora enfrentó en Estados Unidos, donde según señalan sus detractores estuvo involucrada en un expediente que dejó demasiadas preguntas abiertas.

La fuerza libertaria enfrenta ahora un dilema: sin los votos para aprobar su diploma, y con el expediente nuevamente en comisión, la banca de Villaverde corre serio riesgo de quedar congelada. En Río Negro, mientras tanto, crece la preocupación y el desconcierto político por lo que muchos ya interpretan como una caída cantada.

En paralelo, el oficialismo del Senado continúa adelante con la renovación de autoridades y la recepción de los nuevos legisladores, pero la sombra del caso Villaverde se impone sobre el clima legislativo. La incógnita ahora es si La Libertad Avanza decidirá insistir con su defensa o si la rionegrina terminará quedando fuera del Congreso antes de siquiera haber jurado.

Por el momento, y como se esperaba, Villaverde no asumirá. Y su futuro parlamentario es, hoy, más incierto que nunca.