El Gobierno nacional entró en la recta final de su estrategia para obtener el respaldo de los gobernadores a las reformas que Javier Milei enviará al Congreso para su tratamiento en sesiones extraordinarias. Con una agenda intensa y la presión del calendario legislativo, el ministro del Interior, Diego Santilli, continúa su ronda de reuniones con mandatarios provinciales, en un operativo político clave para garantizar votos en ambas cámaras.
Desde que asumió al frente del ministerio, Santilli recibió la orden directa de recomponer los vínculos con los gobernadores y asegurar un clima de previsibilidad antes del envío de los principales proyectos: reformas laborales, tributarias y educativas, además del Presupuesto 2026 y el paquete penal que el Ejecutivo quiere tratar cuanto antes.
Aunque las provincias mantienen exigencias que se arrastran desde hace meses, el reclamo que más resuena es el de un mayor flujo de fondos y la reactivación de la obra pública, paralizada o ralentizada en numerosos distritos. Sobre ese punto, el Gobierno evita comprometer desembolsos, pero acepta avanzar en un mecanismo que los mandatarios consideran central: destrabar avales nacionales para que las provincias accedan a créditos internacionales. El Ejecutivo insiste en que no representan un costo fiscal inmediato y ya habilitó varias operaciones.
Entre los gobernadores que consiguieron respuestas concretas se destaca Rogelio Frigerio, quien agradeció a Santilli la gestión que permitirá financiar obras viales en Entre Ríos. También Jorge Macri cosechó un gesto del Presidente tras anunciar una colocación de deuda por USD 600 millones a una tasa históricamente baja para la Ciudad.
Santilli busca completar su periplo antes del inicio de extraordinarias. Este martes viajará a Misiones para reunirse con Hugo Passalacqua, cuyo esquema legislativo —con representación en ambas cámaras— es clave para el oficialismo. Además, siguen pendientes los encuentros con Gustavo Valdés (Corrientes), Claudio Poggi (San Luis) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe), este último convertido en un aliado táctico luego de meses de tensiones.
Más difuso es el panorama con los opositores duros: Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Ricardo Quintela y Gustavo Melella aún no tienen fecha en la agenda de Interior, lo que refleja un límite político que Santilli podría decidir no forzar en esta etapa.
Mientras tanto, el Consejo de Mayo tendrá esta semana lo que sería última reunión antes del informe final. Será la primera vez que sesione bajo el liderazgo de Manuel Adorni como jefe de Gabinete. Participarán también Federico Sturzenegger por el Ejecutivo; Alfredo Cornejo en representación de los gobernadores firmantes del Pacto de Mayo; Carolina Losada por el Senado; Cristian Ritondo por Diputados; Gerardo Martínez por los sindicatos; y Martín Rappallini por la UIA.
El bloque trabaja en los textos que el Gobierno enviará al Congreso para modernizar los sistemas laboral, tributario y educativo. En paralelo, Economía ajusta el Presupuesto 2026, que deberá volver a comisión tras el recambio legislativo del 10 de diciembre.
Con el reloj corriendo y el escenario parlamentario todavía en proceso de reacomodamiento, el éxito de la estrategia oficial dependerá en buena medida de la capacidad de Santilli de cerrar acuerdos que garanticen que las reformas no naufraguen en su llegada a Diputados y al Senado.