viernes 17 de octubre de 2025 - Edición Nº2508

Nacional | 17 oct 2025

Más deuda

El Gobierno negocia un préstamo de u$s20.000 millones con bancos de Wall Street, con activos nacionales como garantía

En los pasillos financieros se especula con que podrían incluirse títulos públicos, flujos de exportaciones energéticas o incluso parte de las reservas del Banco Central.


En medio de una economía al borde del colapso y con una inflación que no da tregua, el Gobierno de Javier Milei avanza en silencio con un nuevo salvataje financiero: cuatro bancos de Wall Street —J.P. Morgan, Bank of America, Goldman Sachs y Citigroup— estarían negociando con el Tesoro de Estados Unidos un préstamo de emergencia por u$s20.000 millones para la Argentina.

 

Según trascendió, el paquete sería complementario al swap de monedas por otros u$s20.000 millones ya acordado con la administración de Donald Trump, configurando un auxilio total de hasta u$s40.000 millones, el mayor desde el acuerdo con el FMI en 2018.

 

El préstamo estaría respaldado por activos argentinos, aunque aún no se definió qué bienes o recursos servirán de garantía. En los pasillos financieros se especula con que podrían incluirse títulos públicos, flujos de exportaciones energéticas o incluso parte de las reservas del Banco Central.

 

La negociación —confirmada por el propio secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent— se da en coordinación con Washington y busca reforzar el apoyo político a Milei en plena previa electoral. “Estamos trabajando en un préstamo que estaría junto a nuestra línea de swap, con bancos privados y fondos soberanos. Eso totalizaría u$s40.000 millones para Argentina”, dijo Bessent.

 

Sin embargo, el respaldo no está asegurado: Donald Trump, aliado político de Milei, advirtió que la continuidad del auxilio financiero dependerá del resultado electoral. “Si pierde, no seremos generosos con la Argentina”, lanzó el expresidente estadounidense, generando un sismo en los mercados locales y una fuerte caída de bonos y acciones.

 

Mientras tanto, la tensión cambiaria sigue creciendo. El dólar mayorista superó los $1.400, pese a la intervención indirecta del Tesoro norteamericano a través de bancos privados que compraron pesos en el mercado para contener la disparada.

 

En este contexto, la operación huele más a oxígeno electoral que a política económica. El Gobierno busca llegar a las elecciones del 26 de octubre sin una corrida mayor, aunque el costo de este nuevo endeudamiento podría hipotecar activos nacionales estratégicos.

 

Para algunos analistas, el paquete financiero es un “blindaje disfrazado”, que recuerda al del año 2001. Con reservas netas negativas, déficit persistente y recesión profunda, la Argentina vuelve a depender del crédito externo como salvavidas, mientras Milei promete “liberar la economía” y reducir la intervención del Estado.

 

El riesgo, advierten en los círculos financieros, es que esta vez el precio de la ayuda no sea solo fiscal, sino también soberano.

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