martes 14 de octubre de 2025 - Edición Nº2505

Nacional | 14 oct 2025

Política

Milei dijo que “Nos van a salir dólares por las orejas"

El Gobierno se aferra al rescate de EE.UU. en medio del deterioro económico y la dependencia externa, los hechos muestran que la Argentina podría estar hipotecando su soberanía económica a cambio de una foto y un titular de ocasión.


El presidente Javier Milei volvió a recurrir al show de las promesas grandilocuentes para maquillar una realidad económica que se agrava día a día. A horas de su encuentro con Donald Trump en Washington, el mandatario aseguró que “nos van a salir dólares por las orejas”, en alusión al supuesto “rescate financiero ilimitado” de Estados Unidos, que hasta ahora carece de detalles concretos y despierta más dudas que certezas.

 

Mientras en el Gobierno hablan de “oxígeno político” y de “apoyo incondicional” de la administración republicana, los hechos muestran que la Argentina podría estar hipotecando su soberanía económica a cambio de una foto y un titular de ocasión.

 

Un “rescate” con letra chica y promesas vacías

 

El ministro de Economía, Luis Caputo, intentó reforzar el discurso presidencial afirmando que el acuerdo con el Tesoro estadounidense es un “whatever it takes” —“lo que sea necesario”—, una frase que busca emular al Banco Central Europeo, pero que en este contexto suena más a slogan que a programa económico.

 

Caputo negó cualquier intención de dolarizar la economía, a pesar de que buena parte del electorado libertario —y del propio Milei— basó su campaña en esa promesa. La marcha atrás se disfraza ahora de pragmatismo, pero deja expuesto el giro discursivo del oficialismo y su dependencia de los intereses norteamericanos.

 

El supuesto swap por 20 mil millones de dólares fue presentado como una señal de fortaleza, aunque el propio Gobierno admitió que “no reemplaza” al acuerdo previo con China. En otras palabras, la Argentina no amplía su margen de maniobra: solo cambia de acreedor.

 

 

De la independencia económica al tutelaje político

 

Milei intenta convertir su visita a Washington y la foto con Trump en un gesto de poder y liderazgo internacional. Sin embargo, puertas adentro, el viaje se percibe como una huida hacia adelante. La Casa Rosada busca desesperadamente oxígeno ante la caída del consumo, la recesión y el descontento social que ya comienza a sentirse en las calles.

 

El discurso libertario de “libre mercado” se diluye frente a la evidencia de una dependencia cada vez más explícita del capital extranjero. La frase “nos van a salir dólares por las orejas” resume, en el fondo, la ilusión de un gobierno que espera soluciones externas para problemas estructurales internos.

 

Una economía al borde del espejismo

 

En el plano cambiario, el dólar oficial bajó a $1.370, lo que el Gobierno celebra como una “señal de confianza”. Pero los economistas advierten que se trata de una corrección artificial sostenida por intervenciones del Banco Central y no por un ingreso genuino de divisas.

 

Incluso dentro del oficialismo hay preocupación por la falta de transparencia en los términos del acuerdo con Estados Unidos. No se sabe si implica condiciones de ajuste adicionales o compromisos en sectores estratégicos como energía, minería o agroindustria, áreas que el propio Milei mencionó como “beneficiadas” por el pacto.

 

Un relato que se sostiene en la fe

 

El presidente insiste en que su plan “no se moverá un ápice” y que su modelo libertario está “preparado para lo peor”. Pero los números del país y el humor social parecen ir en sentido contrario. El “rescate ilimitado” suena cada vez más como un salvavidas retórico antes que una solución real.

 

En definitiva, Milei apuesta todo a la foto con Trump, intentando vender optimismo donde solo hay incertidumbre. Su frase sobre los dólares que “saldrán por las orejas” quizás termine reflejando no la abundancia, sino la fuga constante de capitales y confianza que su gestión, cada semana, profundiza.

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