EEUU enfrenta su 15° “shutdown” desde 1981: parálisis del gobierno y miles de empleados sin sueldo

Al límite del cierre de la fecha presupuestaria, el enfrentamiento entre republicanos y demócratas en el Senado derivó en el 15° “shutdown” de Estados Unidos desde 1981. La medida, que comenzó este 30 de septiembre, suspende sueldos de cientos de miles de empleados y frena servicios clave en salud, transporte y seguridad.

La principal cámara legislativa rechazó por 55 votos contra 45 el proyecto H.R. 5371, que buscaba extender por siete semanas la financiación del gobierno federal. La iniciativa requería 60 votos para avanzar, pero las demandas demócratas en torno a la prórroga de subsidios de la Ley de Atención Médica Asequible (ACA), conocida como Obamacare, trabaron las negociaciones.

La Casa Blanca responsabilizó a la oposición y calificó de “descabelladas exigencias políticas” las condiciones impuestas. “Los demócratas han forzado el cierre del Gobierno”, señaló la administración Trump en un comunicado.

Consecuencias inmediatas

• 750.000 empleados federales no esenciales serán suspendidos sin goce de sueldo.

• El personal militar y trabajadores críticos deberán continuar en sus tareas, aunque sin cobrar mientras dure el cierre.

• Quedarán interrumpidos programas de investigación científica, atención al ciudadano y servicios catalogados como “no esenciales”.

• El gasto discrecional —equivalente al 27% del presupuesto federal— quedará congelado, lo que impactará en la producción de servicios públicos y en el consumo de los trabajadores afectados.

El Departamento de Administración y Presupuesto instruyó a las agencias federales a “implementar sus planes para un cierre ordenado”, mientras se aguardan nuevas negociaciones en el Congreso.

Impacto económico y político

El cierre del gobierno se produjo en un contexto de volatilidad en los mercados internacionales: el dólar global retrocedió y el precio del petróleo cerró a la baja, en medio de expectativas de superávit por la OPEP+.

Se trata del 15° “shutdown” en la historia reciente de EEUU, una herramienta de presión política que expone nuevamente la fragilidad del consenso legislativo en torno al presupuesto.