

El Gobierno nacional resolvió modificar su estrategia frente a la tensión cambiaria. El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunció que el Tesoro intervendrá en el mercado con el objetivo de “contribuir a la liquidez y el normal funcionamiento” del sistema.
El lunes, el dólar oficial cerró en un nuevo récord de $1385, muy cerca de los $1400 que marcan el límite superior de la banda de flotación administrada por el propio Banco Central.
La decisión representa una ruptura con el compromiso que la administración de Javier Milei había asumido con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el marco de la negociación de nueva deuda. El acuerdo preveía que el Tesoro no participara en operaciones directas de intervención cambiaria.
Con este giro, el Gobierno busca descomprimir la presión sobre la moneda y evitar que el dólar supere la barrera psicológica de los $1400, en un contexto de creciente incertidumbre en los mercados.