

La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley impulsado por el ex vicepresidente Julio Cobos que propone modificar el huso horario oficial de la Argentina. Con 151 votos a favor, la iniciativa busca retrasar una hora los relojes en todo el país para adecuar el horario oficial a la luz solar y generar un ahorro en el consumo energético.
De avanzar en el Senado, el país pasará del actual huso horario GMT -3 al GMT -4, corrigiendo un “desfasaje histórico” que, según los fundamentos del proyecto, provoca gastos innecesarios y afecta la calidad de vida de millones de argentinos.
“El huso oficial no se corresponde con la ubicación real de Argentina, lo que genera inconvenientes en la educación, el trabajo y la salud”, explicó Cobos. El legislador remarcó que la gran mayoría de los estudiantes comienzan las clases en plena oscuridad, lo que afecta su rendimiento escolar.
El proyecto también prevé que durante el verano el Gobierno pueda volver al huso de -3 GMT, replicando la práctica del “horario estival” que rigió en décadas pasadas.
Región Central (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos): La principal consecuencia será que las jornadas escolares y laborales comenzarán con más luz natural, lo que podría mejorar el rendimiento y reducir el uso de iluminación artificial en las primeras horas del día.
Cuyo y NOA (Mendoza, San Juan, Salta, Jujuy): Son provincias que ya sienten con más fuerza el “desfasaje horario” actual, ya que amanece y anochece más tarde respecto del huso oficial. El cambio podría alinearlas mejor con la luz solar y beneficiar el descanso de los estudiantes y mejoraría sus producciones vitivinícolas.
Región Patagónica: Al sur, donde los días de invierno son más cortos, el impacto será más notorio. Con el nuevo huso, las mañanas tendrán mayor claridad, aunque en verano podría anochecer más temprano de lo habitual, modificando rutinas turísticas y comerciales.
NEA (Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa): Tendrán una adaptación más rápida, ya que su huso coincide más naturalmente con el -4. Para estas provincias, la coordinación con Paraguay y Brasil también será más simple.
De aprobarse, la modificación implicará que los relojes se atrasen una hora, lo que afectará rutinas laborales, horarios escolares y servicios públicos. Sin embargo, especialistas destacan que el ajuste permitiría mejorar la sincronización con la luz natural, reducir el consumo eléctrico y facilitar la coordinación comercial con países vecinos como Brasil, Chile, Paraguay y Bolivia, que ya utilizan el huso -4.
Un informe del CONICET en 2022 recomendó la adopción de este horario, calculando que el consumo eléctrico en aulas podría reducirse casi a la mitad. Además, investigadores señalan que el huso actual genera una suerte de “jet lag social” que impacta en el rendimiento de jóvenes y adultos.
Argentina ya utilizó el huso horario -4 en la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, desde 1969 se estableció oficialmente el -3, con algunos períodos de aplicación del recordado “horario de verano”.
Un antecedente relevante ocurrió en 2004, durante el gobierno de Néstor Kirchner, cuando varias provincias del oeste y la región patagónica —como Mendoza, San Luis, Catamarca, Tucumán, La Rioja, Santa Cruz, San Juan, Chubut y Tierra del Fuego— decidieron adelantarse al huso horario UTC −4 en el marco de una situación de crisis energética. Sin embargo, al escalar la situación, y una vez superado el invierno, esas provincias volvieron a alinearse con el resto del país y regresaron al huso UTC −3 en septiembre de ese mismo año . Este cambio regional, aunque significativo, fue transitorio y parcial, a diferencia del alcance nacional que implicaría hoy la ley de Cobos.
Ahora, si el Senado convierte en ley la iniciativa, el país regresará a su huso histórico y vivirá un cambio que no se implementa desde hace más de medio siglo.