

El peronismo encara el cierre de listas para las elecciones legislativas del 26 de octubre en un clima de máxima tensión, marcado por disputas internas, acusaciones cruzadas y amenazas de fragmentación. La falta de una conducción nacional clara alimenta la multiplicidad de conflictos en distintos puntos del país y mantiene en vilo a dirigentes, militantes y electores.
En la provincia de Buenos Aires, epicentro de la contienda, la negociación de candidaturas sigue abierta. Máximo Kirchner suma adhesiones para encabezar la boleta de diputados nacionales de Fuerza Patria, mientras Juan Grabois busca definir su participación en el armado, condicionada al consenso interno que aún no se logra. La relación con el gobernador Axel Kicillof sigue siendo tensa, lo que complica aún más la estrategia bonaerense.
El escenario porteño tampoco está exento de conflicto. Mariano Recalde se perfila para renovar su banca en el Senado, pero la disputa por los primeros lugares de la lista de diputados genera incertidumbre. Figuras como Ofelia Fernández y Gisela Marziotta entran en consideración, mientras Matías Lammens ya se bajó de la puja.
En Santa Fe, la pulseada se centra entre Agustín Rossi y Eduardo Toniolli, ambos aspirantes a encabezar la lista de diputados nacionales. Cristina Kirchner intervino para respaldar una propuesta alternativa encabezada por Florencia Carignano, generando tensiones con Rossi y evidenciando la complejidad de lograr una lista de unidad.
Otros conflictos se registran en Salta, donde Juan Manuel Urtubey y Sergio “Oso” Leavy pugnan por el primer lugar de la lista de senadores, y en Córdoba, donde el peronismo competirá con tres frentes: Provincias Unidas, Defendamos Córdoba y Fuerza Patria, con candidatos como Juan Schiaretti, Natalia De la Sota y Pablo Carro.
A nivel nacional, al menos cinco provincias presentarán candidaturas divididas, reflejo de la fractura interna, mientras que Tucumán, Catamarca y San Juan lograron acuerdos de unidad. El resto de las definiciones se resolverán en las próximas horas, con un clima de intensa negociación y presión por parte de la dirigencia partidaria.
Con la oposición, especialmente La Libertad Avanza, proyectando un fuerte desempeño en diversas provincias, el peronismo se enfrenta a un desafío doble: consolidar la unidad interna y recuperar terreno electoral en un escenario adverso. El domingo por la noche se conocerá finalmente el equipo completo que competirá en todo el país.