jueves 31 de julio de 2025 - Edición Nº2430

Nacional | 30 jul 2025

Economía

Demencial: Luis Caputo “pasa la gorra” en el Estado para sostener deuda espiral que no para de crecer

Mientras el Gobierno celebra la supuesta “estabilidad macroeconómica”, el ministro de Economía, Luis Caputo, continúa profundizando un modelo altamente riesgoso: emitir deuda en pesos a tasas astronómicas y ahora además, exprimir cada rincón del Estado en busca de fondos para sostenerlo.


La última jugada del “mago de las finanzas” fue oficializada este miércoles a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial, en la que obliga a todos los organismos públicos a informar mensualmente cuántos pesos tienen sobrantes y los insta a invertirlos en bonos del Tesoro. El objetivo: seguir financiando un esquema de deuda que ya muestra signos de agotamiento.

 

Esta decisión se conoce tras una licitación catastrófica, en la que el Palacio de Hacienda debió convalidar tasas de hasta el 65% anual para lograr refinanciar parte de los $11,8 billones que vencían. Apenas logró cubrir el 76% del total, dejando cerca de $2,8 billones sueltos que ahora podrían presionar nuevamente al tipo de cambio.

 

Frente a esta situación, Caputo decidió avanzar a paso firme con un mecanismo que ya se venía planificando: exigir a cada entidad estatal que informe su flujo de fondos y disponibilidades, y que utilice ese excedente para comprar títulos públicos. Quedan afuera solamente el Poder Legislativo, el Judicial, el Ministerio Público y los bancos oficiales. Todo lo demás –administración central, empresas del Estado, entes descentralizados, fondos fiduciarios, etc.– queda bajo el radar de Caputo.

 

Una olla a presión que solo infla la deuda

 

Caputo dice combatir la inflación restringiendo la liquidez, pero al mismo tiempo recurre a más deuda con tasas impagables para “absorber pesos” y contener el dólar. Una estrategia que, lejos de resolver los desequilibrios, sólo los patea hacia adelante a un costo monumental para el Estado y para los argentinos.

 

Los $9 billones colocados esta semana no llegaron ni siquiera a cubrir la totalidad del vencimiento, y para atraer inversores, Caputo tuvo que duplicar las tasas que regían antes de eliminar las LEFI. Lo que el mercado interpreta como una señal de debilidad, el Gobierno lo vende como “eficiencia monetaria”.

 

Pero incluso dentro del oficialismo ya hay alarmas. Funcionarios que antes ironizaban en redes ahora ensayan explicaciones técnicas para justificar el caos financiero. “No queremos que sobren pesos”, dijo el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, como si el plan fuera quitar cada billete de circulación aunque eso implique frenar la actividad económica hasta el congelamiento.

 

Un ajuste silencioso que paga la gente

 

Mientras Caputo pasa la gorra dentro del propio Estado, la actividad económica se estanca, el crédito desaparece y las tasas hacen inviable cualquier inversión productiva. La consultora de Orlando Ferreres ya advirtió un “riesgo creciente de desaceleración” y un “empantanamiento de la recuperación de ingresos familiares”. Es el resultado de una política monetaria que pone al dólar por encima de la economía real.

 

Así, el ministro que alguna vez fue bautizado “el Messi de las finanzas” hoy desespera por pesos entre las empresas estatales, mientras le paga intereses al 65% a los mismos fondos que viene cortejando hace meses. ¿Hasta cuándo puede durar este juego de bonos, tasas y encajes?.

 

Lo que queda claro es que Caputo no baja el gasto financiero: lo cambia de lugar, lo hace más caro y más riesgoso. Y mientras tanto, carga sobre las espaldas del Estado y del bolsillo de los argentinos un esquema que huele cada vez más a bomba de tiempo.

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