jueves 07 de agosto de 2025 - Edición Nº2437

Nacional | 29 jul 2025

Política

Milei apunta contra los bancos en plena corrida cambiaria y se tensiona el plan económico

El presidente necesita de las entidades financieras para renovar deuda, pero las acusa de provocar la crisis


En un gesto de alto voltaje político y dudosa conveniencia económica, el presidente Javier Milei acusó públicamente a “dos bancos” de ser los responsables de la corrida cambiaria que disparó al dólar oficial hasta los $1305, su valor más alto desde la salida del cepo. La declaración llega justo en la antesala de una licitación clave de deuda en pesos por hasta $14 billones, donde el Gobierno necesita de la colaboración de esas mismas entidades para evitar un fracaso rotundo.

 

“Hay dos bancos muy involucrados en esa corrida. Nosotros laburamos para la gente, no para los bancos”, lanzó Milei desde el stand de Radio Mitre en la Exposición Rural, en una frase que recordó a las tensiones financieras de los años 80. Desde el Palacio de Hacienda no tardaron en ponerle nombre a los señalados: Banco Macro y Banco Galicia. Según la lectura oficial, estas entidades aprovecharon el desarme de las LEFIs para volcar pesos al dólar, lo que habría obligado al Gobierno a convalidar tasas más altas en las licitaciones de deuda.

 

La acusación resulta, al menos, contradictoria para un gobierno que profesa el culto al libre mercado. La función básica de un banco es resguardar el capital de sus clientes, y si el mercado ofrecía señales de devaluación, adquirir dólares era un paso lógico. “Culpar a los bancos por hacer su trabajo no solo es insólito, es peligrosamente irresponsable”, deslizó un economista del sector privado.

 

Más allá del intento de Milei por instalar un enemigo externo, la crisis cambiaria tiene nombre y apellido en la política económica: Luis Caputo. El ministro, junto a Santiago Bausili (presidente del BCRA), avanzaron con el desarme de las LEFIs —instrumento clave de esterilización monetaria— sin una estrategia de absorción clara. El resultado fue el que muchos anticiparon: se liberaron billones de pesos que fueron directamente a presionar el tipo de cambio. La famosa frase de Caputo, “si te parece que el dólar está barato, comprá campeón”, hoy suena como un bumerán.

 

Lo más llamativo es que la banca había advertido. El 14 de julio, las principales asociaciones del sector (ADEBA, ABA, ABE y Abappra) enviaron una carta conjunta al Ministerio de Economía y al BCRA alertando sobre los riesgos del desarme de las LEFIs y proponiendo medidas para evitar una crisis de liquidez. No fueron escuchadas.

 

En este contexto, la “culpa a los bancos” se percibe como una cortina de humo para tapar una mala praxis evidente. Mientras el dólar se recalienta, las tasas se disparan y el “Plan Platita” se desmorona, el Gobierno parece más concentrado en buscar culpables que en admitir errores.

 

La licitación de este martes será un test de fuego. Si los bancos no acompañan, el costo político y económico podría ser alto. Y Milei lo sabrá: no se puede dinamitar puentes mientras se cruza el río.

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