

La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) oficializó este viernes los nuevos montos que percibirán los jubilados y pensionados a partir de agosto, y la noticia volvió a golpear el bolsillo de uno de los sectores más vulnerables del país: el haber mínimo subirá apenas $5.010, un 1,6% de incremento que, en la práctica, representa otra pérdida contra la inflación acumulada.
Mediante la resolución 278/2025, publicada en el Boletín Oficial, el Gobierno de Javier Milei confirmó que el haber mínimo garantizado será de $314.305,37, mientras que el monto total, sumando el bono de $70.000 —que permanece congelado desde marzo de 2024— llegará a $384.305. Esto implica un aumento real de sólo 1,3% para quienes menos tienen, mientras los precios de los alimentos, medicamentos y servicios básicos siguen disparándose.
En contraste, el haber máximo pasará a ser de $2.114.977,60, reflejando una enorme desigualdad dentro del mismo sistema previsional.
La Prestación Básica Universal (PBU), por su parte, se fijó en $143.780,36, mientras que la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) será de $251.444,30, al representar el 80% del haber mínimo.
Este nuevo “ajuste automático” refleja con crudeza el modelo libertario de ajuste perpetuo: los jubilados no sólo siguen perdiendo poder adquisitivo mes a mes, sino que el bono —que debería ser una herramienta para compensar la inflación— fue convertido por el Gobierno en un número estático, que ya ni siquiera disimula el deterioro del ingreso real.
La estrategia es clara: Milei no recorta privilegios, recorta derechos. Y los jubilados están pagando la cuenta.