

La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) realizará este martes una jornada de lucha provincial para evitar el desmantelamiento del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en el marco del Decreto 462 impulsado por el gobierno nacional. La convocatoria incluye una concentración a partir de las 10 de la mañana en la sede experimental agropecuaria del organismo, ubicada sobre la Ruta 22, kilómetro 1190, en la localidad de Allen.
El sindicato advierte que el decreto firmado por el ministro Federico Sturzenegger habilita el cierre de 17 agencias de extensión en Río Negro, la eliminación de institutos dedicados a la agricultura familiar, el despido de decenas de trabajadores y la venta de campos experimentales e inmuebles del INTA. Según ATE, la medida puede frenarse si la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo del Congreso rechaza formalmente el decreto en ambas cámaras, y apuesta a la movilización de trabajadores, productores rurales y la ciudadanía en general para presionar en ese sentido.
Actualmente, en las agencias del INTA en Río Negro trabajan 86 personas de planta permanente, 43 contratados y 13 becarios. El cierre implicaría dejar sin asistencia técnica y sin acceso a innovación productiva a miles de pequeños y medianos productores agropecuarios en toda la región.
Desde el sindicato destacaron el rol fundamental que cumple el INTA en el desarrollo tecnológico del campo argentino. En los últimos años, el organismo produjo avances clave como aislantes térmicos con lana de oveja de descarte, maquinaria exportable para poda y cosecha, y mejoras que posicionaron al Valle Inferior como principal zona productora de frutos secos del país. Además, contribuyó a mejorar la calidad de la fruta del Alto Valle para competir en los exigentes mercados de ultramar.
El impacto del INTA no se limita a la investigación, sino que tiene un efecto directo en las economías regionales. El organismo gestiona fondos del BID, la Unión Europea y fundaciones extranjeras, que son destinados en gran parte a la compra de insumos, equipos y tecnologías por parte de productores locales. Entre el 70% y el 100% de esos fondos se reinvierten en el territorio, superando incluso los aportes del Estado nacional.
“Eliminar el INTA no es solo despedir trabajadores, es destruir décadas de conocimiento, apoyo técnico y desarrollo productivo en todo el país”, señalaron desde ATE, que continuará con acciones para frenar el decreto y defender uno de los organismos más estratégicos del sistema científico nacional.