

La convocatoria tiene carácter federal y contempla marchas y actos en todas las provincias. En la Ciudad de Buenos Aires, la jornada comenzará a las 16 horas con una concentración frente al Congreso Nacional, desde donde se movilizará a Plaza de Mayo. “Esta es una medida de fuerza que tiene que servir para ponerle freno a la destrucción y el vaciamiento del sistema de salud. Lo que pasó con los residentes y las becas nos muestra a un Gobierno que pretende disfrazar de libertad a la precarización laboral”, afirmó Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE Nacional.
Uno de los principales ejes de la protesta es la crítica a la política sanitaria del Gobierno nacional, que ha reducido drásticamente presupuestos, eliminado programas clave y degradado instituciones. ATE denuncia que el ajuste está generando un colapso en hospitales y centros de salud, y afectando directamente el acceso de millones de personas al derecho humano a la salud.
En el caso del Hospital Garrahan, la situación es alarmante. Más de 200 profesionales renunciaron en lo que va del año ante la caída real de los salarios y el aumento de la carga laboral. Actualmente, los trabajadores del hospital perciben ingresos netos de $797.000, una cifra que, según ATE, no alcanza a cubrir el costo de vida en la Ciudad de Buenos Aires. La situación se replica en hospitales y unidades sanitarias de todo el país, donde el 80% de los trabajadores del sistema público se encuentra precarizado y cobra sueldos por debajo de la línea de pobreza.
ATE también expresó su firme rechazo al Decreto 459/25, que disuelve el Instituto de Enfermedades Cardiovasculares, degrada el Instituto Nacional del Cáncer y fusiona varios hospitales nacionales en una nueva estructura llamada Administración Nacional de Establecimientos de Salud (ANES), lo que representa una pérdida de autonomía y especialización. A esto se suma el rechazo a la Resolución 2109/25 del Ministerio de Salud, que modifica el sistema de residencias recortando derechos adquiridos por los profesionales en formación.
“Hoy el sistema sanitario está en riesgo, y la situación presupuestaria crítica pone en peligro el funcionamiento de más de 1.700 hospitales, 6.000 unidades sanitarias y el trabajo de medio millón de personas. El Garrahan y el resto de los hospitales no soportan un recorte más”, advirtió Aguiar, quien remarcó la necesidad de presupuestos de emergencia y de un compromiso político real para frenar el deterioro.
La movilización del jueves busca ser un punto de inflexión en la defensa de la salud pública, visibilizando el impacto devastador del ajuste y mostrando la unidad del sector sanitario frente a lo que consideran una amenaza directa a la estructura del sistema. “La defensa del Garrahan y de todos los hospitales tiene un consenso social creciente. Hoy en la Argentina está siendo afectado el derecho humano a la salud de millones de usuarios del sistema público”, concluyó el titular de ATE.