

Una nueva resolución del Ministerio de Salud de la Nación provocó un fuerte rechazo entre trabajadores y residentes del Hospital Garrahan, que denuncian el cierre encubierto de las residencias médicas en pediatría. A través de la resolución 2109/2025, publicada este miércoles en el Boletín Oficial, el Gobierno redefine el sistema de residencias y lo transforma en un esquema de becas sin relación laboral, lo que implicará una pérdida significativa de derechos para quienes se forman en hospitales públicos.
La nueva normativa plantea dos tipos de becas: Beca Institución y Beca Ministerio. En ambos casos, los residentes pasarán a cobrar un “estipendio” y no un salario, lo que implica que dejarán de tener acceso a obra social, aportes jubilatorios, aguinaldo, licencias, antigüedad y demás derechos laborales básicos. Según denuncian los profesionales del Garrahan, esta reforma encubre un desmantelamiento del sistema de formación médica, que impactará directamente en la calidad del sistema de salud pública.
“La medida no es más que un cierre encubierto de residencias. Transformar a los residentes en becarios sin derechos es precarizar al extremo a quienes sostienen buena parte del trabajo hospitalario”, advirtieron desde la asamblea de residentes del hospital. “Dejaremos de cobrar un sueldo en blanco, no tendremos derechos laborales. A cambio, recibiremos un estipendio. No hay derechos. No hay futuro”.
De acuerdo con fuentes oficiales, quienes opten por la Beca Institución percibirán un ingreso bruto cercano a los 990 mil pesos, mientras que quienes elijan la Beca Ministerio recibirán un ingreso neto aproximado de 810 mil pesos. Sin embargo, desde el colectivo de residentes aseguran que el problema no es solo el monto, sino la pérdida de derechos laborales adquiridos, la inestabilidad contractual y la falta de garantías a largo plazo.
Aunque el Gobierno sostiene que el nuevo sistema es “optativo” y con “alternativas de cobro”, desde los sectores afectados aseguran que se trata de una imposición disfrazada de opción, ya que quienes no se adapten al nuevo modelo corren el riesgo de quedar fuera del sistema.
El Hospital Garrahan, emblema de la pediatría en el país y referencia en la región, es uno de los principales afectados por esta medida, que forma parte de un proceso más amplio de ajuste, descentralización y desfinanciamiento del sistema público de salud. Los trabajadores denuncian que esta resolución consolida la precarización, ya que permite multiplicidad de formas de contratación sin reglas claras, debilitando los vínculos laborales y fragmentando las condiciones entre instituciones.
En respuesta, residentes, médicos y gremios del sector convocan a asambleas y protestas para exigir la derogación de la medida. El conflicto recién empieza, pero marca una nueva escalada en la disputa entre el Gobierno y los trabajadores del sistema de salud pública, en un contexto donde la crisis sanitaria y social se agrava día a día.