

En un nuevo intento por mostrar señales de solvencia financiera, el ministro de Economía, Luis Caputo, reveló este lunes en el Summit 2025 del IAE una hoja de ruta para que el Tesoro acumule reservas en dólares. Sin mayores alternativas, el plan se apoya fuertemente en privatizaciones, concesiones de activos estratégicos como las hidroeléctricas y la venta de títulos públicos a través de operaciones de block trade.
La estrategia fue expuesta como una necesidad urgente para cumplir con compromisos del Tesoro, en un contexto donde el Banco Central solo intervendrá si el dólar perfora los $1.000. En vez de una política de desarrollo productivo o fortalecimiento del comercio exterior, el Gobierno apuesta una vez más a desarmar el Estado y desprenderse de bienes públicos para generar divisas rápidas.
En su exposición, Caputo desestimó las críticas por el déficit de cuenta corriente, que en el primer trimestre del año superó los 5.000 millones de dólares. Afirmó que no le preocupa y lo calificó como “necesario”, pese a que economistas de distintas vertientes advierten que ese rojo externo es insostenible sin un flujo genuino de inversiones o exportaciones. El déficit, explicó el ministro, se debe en parte al desbalance de la balanza turística y al crecimiento de importaciones, sobre todo en el sector automotriz.
Sin autocrítica, Caputo volvió a ensalzar el programa económico libertario. Aseguró que el equilibrio fiscal se alcanzó “por vocación política” y no como respuesta a una crisis, algo que —según él— convierte al ajuste actual en un hito. “Esta vez es diferente”, dijo, ignorando los efectos sociales que ya genera el recorte del gasto público: caída del consumo, aumento del desempleo y una pobreza que continúa en niveles alarmantes, a pesar de los datos optimistas que se esfuerza en mostrar el Gobierno.
Para cerrar, el funcionario apeló al respaldo simbólico de figuras internacionales como Kristalina Georgieva, directora del FMI, quien según Caputo, habría elogiado a la Argentina ante ministros del G20. En paralelo, el Gobierno sigue apelando a mecanismos indirectos para contener el dólar, mientras mantiene congelados salarios y tarifas como anclas antiinflacionarias, aun a costa de profundizar la recesión.
El evento, que convocó a figuras de distintos espacios como José Luis Espert, Julia Strada y Matías Kulfas, evidenció que la agenda oficial sigue girando en torno a las recetas ortodoxas de ajuste, endeudamiento y venta de activos, mientras crece la incertidumbre sobre la sostenibilidad social y económica del modelo.