

Este mes, el Gobierno nacional determinó una actualización parcial de los impuestos a los combustibles con el objetivo de minimizar el impacto en la inflación. Por normativa, estos tributos deberían modificarse cada tres meses y trasladarse de forma directa a los precios en surtidores. Sin embargo, la postergación de los ajustes genera distorsiones en el mercado. En esta nota, analizamos el impacto que tendrían si se aplicaran los atrasos en su totalidad.
Impuestos pendientes y suba en los surtidores
Si se normalizara la aplicación de los impuestos, los surtidores registrarían una suba significativa de precios. En detalle, se trata del Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que según la normativa vigente deben actualizarse trimestralmente en línea con el Índice de Precios al Consumidor Nacional.
Con el inicio de la gestión del Gobierno de Javier Milei, se dispusieron incrementos escalonados para aplicar las actualizaciones pendientes. No obstante, a partir de mayo de 2024, se implementó solo una parte de los montos adeudados a través de nueve decretos publicados en 2024 y dos en 2025, postergando así la actualización completa.
El último decreto, publicado en el Boletín Oficial, determinó un aumento parcial del monto para marzo, dejando pendiente la suba completa que se aplicaría en abril. Este mes, ambos impuestos sumaron un promedio de 5,7 pesos por litro en las naftas y 4,7 pesos en el gasoil.
Mes a mes, el incremento de los combustibles se acuerda entre las empresas y el Gobierno, cuyo plan económico busca contener los aumentos para reducir su impacto en la inflación.
El impacto en la Patagonia
En la región patagónica, la denominada Ley Pichetto establece una exención parcial de estos impuestos. En el caso del ICL, la reducción es del 50%, mientras que en el CO2 es del 25%. Esta normativa no solo abarca a las provincias patagónicas, sino también a localidades al sur de Malargüe, en Mendoza, y Carmen de Patagones, en Buenos Aires.
Si bien en esta zona la incidencia de los impuestos es menor, el traslado de los costos de flete aplicado por las refinerías encarece el precio final de los combustibles, incluso con la exención vigente.
Cómo impactaría la actualización total en los precios
Si se aplicara la totalidad del ajuste en abril, las naftas sumarían 207,3 pesos por litro y el gasoil 115,6 pesos. En la actualidad, los impuestos representan 233 pesos en las naftas y 170 pesos en el gasoil, por lo que deberían incrementarse un 47% y un 40%, respectivamente.
Los datos se desprenden de un informe de la consultora Economía y Energía (E&E), liderada por Nicolás Arceo, que utilizó cifras oficiales de la AFIP y la Secretaría de Energía.
Pérdida de recaudación para el Estado
Debido a la postergación en la actualización total de los impuestos, en marzo se estima una pérdida de recaudación para el Estado de aproximadamente 215 millones de dólares por las ventas de combustibles. Este monto se calcula a partir del volumen de ventas registrado en marzo de 2024.
El impacto de la normalización de los impuestos sigue siendo un tema de debate entre el sector privado y el Gobierno, en un contexto donde el precio de los combustibles juega un rol clave en la inflación y la actividad económica.