CIENCIA Y TECNOLOGíA | 7 ABR 2023

SALUD

La vacuna para prevenir el herpes zóster ya está disponible en Argentina

Una de cada tres personas pueden desarrollar la erupción a lo largo de su vida y el riesgo aumenta con la edad. La formulación de la vacuna para la llamada "culebrilla", tiene una eficacia superior al 90% para prevenir la enfermedad y el dolor neuropático de largo plazo.




¿Qué es el herpes Zóster?

El herpes zóster es una enfermedad causada por la reactivación del virus varicela zóster (VVZ), el mismo virus que causa la varicela. Luego de que una persona contrae varicela, el virus permanece en su sistema nervioso, sin manifestarse hasta el momento de su reactivación.

 

La formulación del laboratorio GSK ya había sido aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de EEUU y ahora obtuvo el visto bueno de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para su uso en el país.

 

La infección viral causada por el herpes zóster, conocida popularmente como “culebrilla”, genera una erupción dolorosa en la piel, que puede durar hasta cuatro semanas. Pero en algunos casos se complica y ocasiona un dolor neuropático de larga duración que se prolonga desde al menos tres meses hasta varios años. De allí la importancia de la aprobación en el país de una nueva vacuna para prevenir la enfermedad.

 

Con una eficacia superior al 90% desde el momento de la vacunación y hasta al menos diez años después, la vacuna se administra en dos dosis, con un intervalo de dos a seis meses entre cada aplicación y es la primera vacuna contra el herpes zóster aprobada que combina un antígeno inactivado, con un adyuvante específicamente diseñado para desencadenar una respuesta inmune dirigida, fuerte y sostenida.

 

Inicialmente, la formulación estará disponible en la Argentina para adultos mayores de 50 años y personas mayores de 18 años con riesgo incrementado de padecer herpes zóster, como por ejemplo aquellos que se encuentran inmunocomprometidos.

 

Las personas inmunodeprimidas presentan un mayor riesgo de contraer la enfermedad, así como las complicaciones asociadas, siendo esta la única vacuna contra el herpes zóster aprobada para esta población de riesgo.

 

Desde su primera aprobación en los Estados Unidos y Canadá, en 2017, para la prevención del herpes zóster en adultos de 50 años o más, la vacuna fue aprobada en más de 40 países. En muchos de ellos, incluidos los EEUU, la Unión Europea y ahora Argentina, también fue avalada para adultos mayores de 18 años con riesgo aumentado de desarrollar la enfermedad.

 

La doctora María Seoane es directora médica de GSK Argentina y Uruguay, y durante la presentación de la formulación, que tuvo lugar ayer miércoles en Buenos Aires, sostuvo: “El herpes zóster es una enfermedad que puede provocar un dolor muy intenso. La vacuna se ha diseñado para potenciar la respuesta inmune frente al virus en personas de 50 años o más o en aquellas mayores de 18 años que se encuentren inmunocomprometidas. Nos complace que Argentina tenga ahora acceso a la vacuna para ayudar a reducir las posibilidades de padecer esta dolorosa enfermedad”.

 

Cuáles son los síntomas y quiénes pueden padecer la enfermedad:

 

Síntomas a tener en cuenta:

Generalmente, los primeros síntomas del herpes zóster son picazón, dolor, hormigueo, sensación molesta o sensibilidad al tacto en el tórax, el abdomen o el rostro. Tras los primeros días, comienza la fase aguda de la enfermedad, en la que aparece la erupción cutánea, con ampollas en las zonas afectadas, acompañadas de un dolor agudo. Al cabo de unos diez días, las ampollas se convierten en costras que, normalmente, duran entre dos y cuatro semanas.

 

En algunos casos, la enfermedad puede complicarse con un cuadro conocido como neuralgia posherpética (NPH), un dolor neuropático de larga duración que se prolonga desde al menos tres meses hasta varios años. La NPH es la complicación más frecuente de esta enfermedad y se produce hasta en el 30% de los casos, dependiendo, entre otras cosas, de la edad del paciente.

 

Los especialistas destacaron la importancia de consultar ante los primeros síntomas, para poder instaurar el tratamiento adecuado, que suele consistir en antivirales para mitigar los efectos del brote.

 

Si bien como se vio la edad es el principal factor de riesgo para desarrollar herpes zóster, otros factores, como enfermedades autoinmunes, tratamientos inmunosupresores como la quimioterapia o el consumo de esteroides, pueden alterar la respuesta del sistema inmune. Asimismo, las situaciones de estrés y la fatiga pueden favorecer también la reactivación del herpes zóster.