Preocupación: La Universidad del Comahue atraviesa una grave crisis financiera por la falta de fondos nacionales

La Universidad Nacional del Comahue (UNCo) enfrenta una de las situaciones económicas más delicadas de los últimos años, luego de que desde octubre el Gobierno nacional dejara de transferir las partidas presupuestarias destinadas al mantenimiento de la casa de altos estudios, que tiene presencia en Neuquén y Río Negro.

La denuncia fue realizada por la rectora Beatriz Gentile durante la última sesión ordinaria del Consejo Superior, donde expuso el preocupante panorama financiero de cara a los próximos meses y advirtió que la situación podría impactar de lleno en el inicio del ciclo lectivo 2026.

En diálogo con Diario Río Negro, Gentile explicó que la deuda comenzó a acumularse en octubre, se profundizó en noviembre y ya se extendió a diciembre, afectando el pago de servicios esenciales como luz, gas y agua. “Estamos igual e incluso un poco peor que principios de año”, afirmó, al encuadrar el escenario dentro de la política presupuestaria que viene aplicando el gobierno nacional desde el inicio de la gestión.

La rectora no descartó avanzar con una medida judicial en caso de que no se regularicen los envíos de fondos en las próximas semanas. No obstante, señaló que existe la posibilidad de que la deuda sea saldada en enero, como ocurrió en otras oportunidades: “El Gobierno ha estirado la situación hasta el límite y después terminó pagando”.

Las partidas adeudadas están destinadas principalmente al mantenimiento de una estructura universitaria que se caracteriza por su amplia extensión territorial, con sedes distribuidas en más de una docena de localidades de dos provincias. Desde octubre, esos gastos vienen siendo afrontados por la propia universidad, aunque los problemas edilicios, en muchos casos, superan su capacidad financiera. Gentile recordó, por ejemplo, los daños registrados en aulas de Neuquén capital tras la última tormenta que afectó al Alto Valle.

La falta de financiamiento también pone en riesgo el reinicio normal de las actividades académicas en 2026. “Los trabajos de puesta a punto de los edificios se realizan durante febrero y marzo, pero esta vez los fondos no están garantizados. Tenemos la expectativa de que el dinero llegue antes, si no es así, vamos a estar en dificultades”, advirtió.

En cuanto a los salarios, Gentile explicó que si bien la UNCo no administra los pagos —ya que los recursos son asignados directamente por el Poder Ejecutivo Nacional—, el atraso salarial que afecta a docentes y no docentes ronda el 60%. Frente a esta situación, la universidad resolvió otorgar un bono no remunerativo de $100.000 para las categorías más postergadas.

El monto será financiado con recursos provenientes del convenio firmado con el banco Credicoop por la gestión de las cuentas sueldo. El beneficio alcanzará a las categorías 5, 6 y 7 del personal no docente y a las categorías AIP, JTP y profesores adjuntos del personal docente. “Sabemos que no es mucho, pero queríamos aportar de alguna forma, sobre todo a fin de año”, expresó la rectora.

Además, la conducción universitaria analiza mejorar las partidas destinadas a becarios, uno de los principales reclamos planteados por el sector estudiantil en el Consejo Superior.

Por último, Gentile recordó que transita los últimos meses de su gestión, tras haber sido candidata a diputada por Unión por la Patria en las últimas elecciones. Las elecciones para renovar autoridades en la UNCo están previstas para mayo, y aseguró que espera la conformación de “un equipo que continúe el proceso iniciado en 2022”.