REGIONAL | 4 DIC 2025

Detectan en la costa de Viedma un pez asiático invasor y alertan por su posible impacto ambiental

Se trata del gobio (Tridentiger bifasciatus), una especie exótica llegada a través del agua de lastre de barcos. Científicos advierten que su presencia podría afectar el equilibrio del estuario del río Negro.




La aparición de un pez de origen asiático en la costa de Viedma encendió las alertas entre pescadores deportivos e investigadores de la región. El ejemplar fue identificado como gobio (Tridentiger bifasciatus), una especie invasora que se ha expandido a nivel mundial a través del agua de lastre de los barcos mercantes, el mismo mecanismo que introdujo otras especies problemáticas como el cangrejo verde y el alga undaria.

 

El hallazgo fue posible gracias a la colaboración de dos pescadores locales con el equipo científico del Centro de Investigaciones y Transferencia de Río Negro (CIT–UNRN). La investigadora Andrea Tombari explicó que los ejemplares fueron llevados por los propios pescadores tras notar que no correspondían a ninguna especie habitual de la zona. “Trajeron la especie porque no la conocían y los tuve un tiempo en peceras para estudiarlos”, señaló. Los peces medían entre cinco y ocho centímetros.

 

Tombari advirtió que el río Negro ya presenta un alto nivel de alteración por especies introducidas: “Río Negro tiene casi… ya tiene el 50% de sus especies que no son propias”, afirmó. No obstante, aclaró que es menos frecuente detectar especies provenientes de otros continentes. Además de la carpa y las truchas, el gobio se suma ahora a esa lista.

 

La científica también vinculó este hallazgo con registros previos en la costa atlántica bonaerense. “Encontré un trabajo del año pasado en Pehuen Co, donde ya estaba citada la especie”, indicó. Según explicó, el ingreso se habría producido a través de larvas transportadas en el agua de lastre, pese a que existen protocolos internacionales para evitar este tipo de introducciones. “Evidentemente esto no sucedió”, remarcó.

 

Respecto a su capacidad de adaptación, Tombari sostuvo que el estuario de Viedma ofrece condiciones favorables para su supervivencia. “Mientras mantengan una salinidad medianamente que no tenga tanta variación, los peces se adaptan”, explicó. Además, detalló que el gobio utiliza fondos arenosos y rocosos como refugio, y que en la zona encontraron escombros que funcionaron como hábitat artificial.

 

Por el momento, el impacto ecológico concreto es incierto. “Lo único que tenemos nosotros hasta el momento es la identificación de la especie y su presencia frente a Patagones. Pero no sabemos más”, afirmó la investigadora. El equipo avanzará ahora en el análisis de su dieta —ya se confirmó que es carnívoro— y en evaluar si puede convertirse en un invasor establecido, además de identificar posibles competidores y depredadores naturales.

 

Tombari recordó que la introducción de especies exóticas es uno de los factores más graves en la pérdida de biodiversidad. “Encuentran un lugar donde se pueden desarrollar, donde no tienen predadores naturales, y empiezan a desplazar a las especies autóctonas”, advirtió. Incluso señaló que especies valoradas desde el turismo, como las truchas, “son tan exóticas y destructivas como la carpa”.

 

El gobio, también conocido como gobio shimofuri, puede alcanzar hasta 12 centímetros de largo. No es tóxico, pero tampoco posee valor gastronómico. Su comportamiento territorial lo vuelve atractivo para acuaristas, aunque no para el consumo humano.

 

La investigación recién comienza y los científicos esperan avanzar en un monitoreo sistemático que permita determinar si esta especie logrará instalarse de manera permanente en el estuario del río Negro.