REGIONAL | 3 DIC 2025

POLíTICA

Finalmente Lorena Villaverde renunció al Senado y se quedaría en diputados

Como había vaticinado el periodista Luciano Barroso, la oriunda de Río Negro, publicó un comunicado en redes sociales dirigida a Javier Milei anunciando se renuncia a la Cámara Alta.




La renuncia de Lorena Villaverde al Senado de la Nación dejó de ser un rumor para convertirse en un hecho político de enorme impacto. Tal como había anticipado Luciano Barro para Página 12, la diputada nacional presentó una carta al presidente Javier Milei declinando formalmente su asunción en la Cámara Alta, en medio de crecientes cuestionamientos sobre sus causas judiciales, su patrimonio, su rol en el escándalo por los pasajes aéreos y sus vínculos con Fred Machado y Claudio Ciccarelli. Todo esto ocurrió apenas un día después de haber desistido de renunciar a su banca en Diputados, movimiento que había desorientado incluso a integrantes de su propio espacio.

 

La salida de Villaverde del Senado no solo cierra semanas de especulaciones: abre una crisis que escaló hasta lo más alto del oficialismo nacional. El affaire Villaverde dejó de ser una controversia periférica para convertirse en un punto de ruptura dentro de La Libertad Avanza, con consecuencias que todavía no terminan de medirse.

 

Un pliego resistido y un efecto dominó inesperado

 

El conflicto comenzó a escalar cuando la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado observó su pliego, cuestionando tanto aspectos administrativos como políticos. Ese freno institucional expuso una serie de tensiones internas dentro del espacio libertario, y aceleró un proceso que sumó nuevos actores, puso en disputa el control territorial y abrió un debate incómodo sobre la idoneidad moral de los representantes electos.

 

Con el correr de los días, el escenario se volvió insostenible. Según fuentes del oficialismo, la decisión final llegó luego del “pulgar abajo” de Javier Milei durante el fin de semana, en una postura que buscó evitar que la asunción del 10 de diciembre se transformara en un escándalo mayor.

 

En su comunicado, difundido este miércoles, Villaverde sostuvo:


“En estos meses fui víctima de operaciones mediáticas obscenas, maliciosas y profundas, diseñadas para destruir, desgastar y humillar. No fueron discusiones políticas: fue una violencia calculada contra una mujer, una madre y una dirigente que incomoda a la vieja política.”

 

La tensión Milei–Karina: una grieta silenciosa

 

El episodio también expuso diferencias entre el presidente y su hermana Karina Milei, principal arquitecta de la estructura nacional de LLA. Mientras el jefe de Estado priorizó la estabilidad legislativa para evitar un conflicto institucional, la conducción partidaria insistió en ordenar la interna y depurar casos sensibles antes de que escalen.

 

Esa fricción, nunca explicitada, pero evidente entre líneas, dejó en claro que el caso Villaverde trasciende la dimensión personal: es una batalla por el control político y territorial de La Libertad Avanza en un momento en que el oficialismo necesita unidad para sostener su agenda parlamentaria.

 

Enzo Fullone asumirá el 10 de diciembre

 

Quien ocupará la banca será Enzo Paolo Fullone, dirigente de General Roca, de 37 años, ex titular de Vialidad Nacional en Río Negro y figura cercana al diputado Aníbal Tortoriello. Fullone tuvo sus inicios en la militancia del radicalismo local, donde construyó vínculos con estructuras tradicionales del Alto Valle. Más tarde dejó ese espacio y transitó un camino propio que lo llevó a integrarse a la órbita libertaria, donde consolidó su influencia.

 

Su llegada al Senado se da en un contexto atravesado por tensiones internas y una transición incierta en la conducción provincial del partido.

 

Una interna libertaria en ebullición

 

En Río Negro, la crisis aceleró una disputa que venía creciendo. La conducción provincial de LLA —presidida por Villaverde e integrada por Damián Torres, Lilian Torres, Eliana Meldeved, Leonela Andreoli, César Domínguez, Enzo Fullone y Gonzalo Barbero— es cuestionada por sectores que denuncian falta de participación, decisiones unilaterales y presuntas irregularidades en el financiamiento de campaña, incluidas facturas truchas.

 

Entre dirigentes libertarios comenzó a tomar fuerza la posibilidad de que Villaverde deje también la presidencia del partido a nivel provincial, habilitando una renovación que muchos vienen reclamando desde hace meses.

 

El apoyo inesperado de Weretilneck

 

El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, sorprendió al adoptar una postura garantista y defender públicamente a Villaverde. Señaló que la situación “no le hace bien a nadie” y cuestionó que el Congreso evalúe la “moralidad o idoneidad personal” de una representante electa por más de 120 mil rionegrinos.

 

Calificó el episodio como “inédito” y advirtió sobre el riesgo institucional que representa discutir la “habilidad moral” de una candidata votada por la ciudadanía. También destacó la defensa de la senadora Mónica Silva en la Comisión de Asuntos Constitucionales.

 

Fueros, estrategia y cálculos de poder

 

En el plano institucional, la renuncia al Senado pero la permanencia en Diputados deja a Villaverde bajo la protección de los fueros, un aspecto clave en un escenario donde se multiplican las denuncias y observaciones.

 

Para la estrategia nacional del oficialismo, su continuidad en la Cámara Baja implica evitar un conflicto mayor en el Senado y ganar tiempo mientras se reorganizan las internas y se reacomodan las fuerzas.

 

Un liderazgo en crisis

 

La salida de Villaverde marca un punto de inflexión en La Libertad Avanza de Río Negro. El desgaste de su figura dejó al descubierto la fragilidad institucional del espacio en la provincia, que aún no consolida un liderazgo claro ni una estructura interna sólida.

 

El caso expone un dilema central para el oficialismo libertario: cómo construir un partido con reglas, consensos y conducción estable en medio de un escenario nacional convulsionado y con tensiones crecientes entre sus principales dirigentes.

 

La renuncia de Villaverde no cierra el conflicto. Por el contrario, abre una etapa de reacomodamientos, cálculo político y disputa interna que será determinante para el futuro del espacio libertario en Río Negro y en la política nacional.