Tal como se venía anticipando, Lorena Villaverde no jurará como senadora de La Libertad Avanza. Patricia Bullrich, futura jefa del bloque libertario en la Cámara alta, no logró reunir los votos necesarios ni convencer a la UCR para habilitar la asunción de la rionegrina, cuyo diploma terminó girado a la comisión de Asuntos Constitucionales.
La ministra de Seguridad saliente apostaba a una ingeniería parlamentaria que incluyera ausencias de aliados y apoyo parcial del radicalismo. Sin embargo, la UCR se plantó por completo: los diez integrantes del bloque rechazaron acompañar la designación, desarmando cualquier posibilidad de que Bullrich alcanzara la mayoría simple necesaria. A esto se sumó la falta de respaldo de legisladores de Misiones, Neuquén, Salta y Santa Cruz, que tampoco quisieron cargar con el costo político de “salvar” a Villaverde.
Ezequiel Atauche, jefe saliente del bloque libertario, terminó admitiendo en la reunión de Labor Parlamentaria que no contaban con los votos para sostenerla. Fue él mismo quien pidió que el pliego volviera a comisión, lo que selló la caída de la postulación de Villaverde. Ni el apoyo del PRO ni las ausencias pactadas con algunos espacios provinciales lograron sostenerla.
La situación se agravó por el peso de las denuncias. Villaverde fue impugnada por el PJ de Río Negro, que la acusa de tener vínculos con el narcotráfico. En el peronismo señalan una antigua detención en Estados Unidos por tenencia de cocaína —un caso que fue cerrado por la justicia norteamericana y que, según la oposición provincial, dejó demasiados interrogantes— y su cercanía con Claudio Ciccarelli, relacionado con el narco Fred Machado, detenido tras conocerse que había financiado campañas políticas en 2019.
El golpe también impacta en Bullrich, quien venía siendo cuestionada por supuestos aportes de campaña provenientes de los hermanos Bada Vázquez, de Lácteos Vidal, una empresa que aparece mencionada en investigaciones vinculadas a transferencias desde sociedades offshore. Por eso, la caída del pliego de Villaverde también calienta el clima político alrededor de la ministra, que enfrenta su primer revés fuerte antes de asumir el control del bloque libertario en el Senado.
Villaverde ya había presentado su renuncia en la Cámara de Diputados para dar el salto al Senado. Ahora, esa renuncia será tratada en los próximos días y podría dejarla completamente fuera del Congreso, a menos que la comisión de Asuntos Constitucionales decida retomar su caso, algo que hoy parece muy improbable.
Por el momento, como se preveía, Villaverde no asumirá. Y el primer capítulo del liderazgo de Bullrich en el Senado llega marcado por una derrota que expone las tensiones internas del oficialismo y la resistencia creciente de sus eventuales aliados.
