A 17 años del histórico Oro olímpico en Basquet

Se cumplen 17 años de, quizás, el hecho más significativo en la historia del deporte nacional. En la ciudad de Atenas, donde nació la competencia, la Selección Argentina de Basquet lograría su única medalla de oro en la disciplina. La única medalla dorada ganada por otra selección que no sea la de Estados Unidos, desde que estos presentan planteles integrados por jugadores NBA.

El equipo venía de una pretemporada exageradamente cargada de amistosos, en los cuales el equipo se colmó de dudas por los magros resultados. Llegaría el primer enfrentamiento de la competencia, contra quienes (bajo el nombre de Yugoslavia) nos ganaron una final absolutamente polémica dos años antes: Serbia y Montenegro. El partido –como el grupo- sería absolutamente parejo, y por esas cosas del destino, pasaría a la historia por la definición cuasi ficcional de Emanuel Ginobili volando y soltando la bola a 0,1 segundos para darnos la victoria –y por qué no, la sensación de revancha luego de esa final donde el árbitro fue decisivo- .

El grupo seguiría siendo de una exigencia total, donde la selección terminó con 3 victorias y 2 derrotas. Las últimas dos, serían frente a España, en un verdadero partidazo, y contra Italia con una bola fallada abajo del aro para quedarnos con la victoria en el último segundo.

Los esperarían los Cuartos de Final, justo frente al local. Posiblemente el partido más duro desde lo físico que la Generación Dorada haya jugado jamás. El conjunto griego presentaba una plantilla de enorme talla y aún más voluminosa actitud. Fue un partido que parecía perdido, de bajo goleo, con el público estallando en cada acción. A 13 minutos de final, en un partido cerradísimo desde la efectividad, Grecia estiró su ventaja a 13 puntos, provocando un volantazo inédito en el torneo, por parte de Magnano: Ingresar al campo a Walter Herrmann. Sería el debut y pase a la posteridad del alero. Cambió el juego, tanto desde la actitud como desde el goleo. Argentina remontaría y se terminaría llevando el partido sobre los últimos minutos de manera increíble.

Llegarían las Semifinales, ya contra la selección estadounidense. Ambos llegaban al partido con el mismo record en el torneo, pero nuestro conjunto lo había eliminado en el último mundial, en un partido con una dinámica increíble. El partido comenzó parejo y EE.UU. logró la primera diferencia en el primer cuarto. Sin embargo la selección lo emparejaría y terminaría dominando de manera absoluta la segunda mitad. Ya era historia viva.

Al otro día del histórico enfrentamiento, el plantel disputaría la final de los juegos olímpicos. El partido sería contra la sorpresa del torneo: Italia, aquel que nos ganó milagrosamente en el último partido de la fase de grupos. No hubo equivalencias y la selección dominó de principio a fin para convertirse en un hito absoluto en la historia de nuestro deporte. Culminaría la jornada con la increíble foto del equipo oyendo el himno a la vez que se izan las banderas del podio, mientras los NBA –los dominadores absolutos del deporte- se paran en el escalón mas bajo.