La capital rionegrina se convirtió este mediodía en el epicentro de una de las manifestaciones sindicales más importantes del año. Más de dos mil trabajadores estatales nucleados en UPCN se movilizaron por las calles de Viedma para exigir una recomposición salarial urgente y denunciar el “ajuste” aplicado por el gobierno provincial de Alberto Weretilneck en el sector público.
Desde temprano comenzaron a llegar colectivos provenientes de distintas localidades: Allen, Cipolletti, General Roca, Catriel, Villa Regina, San Antonio Oeste y otras ciudades del Alto Valle, Valle Medio y la Zona Atlántica. La masiva presencia de afiliados y delegados sorprendió incluso a la organización, que estimó una participación cercana a las dos mil personas.
La concentración principal se realizó frente a la Casa de Gobierno, donde los manifestantes desplegaron pancartas con consignas en defensa del salario y del empleo público. Los discursos de los referentes provinciales de UPCN apuntaron contra la falta de respuestas del Ejecutivo rionegrino y denunciaron que “los sueldos quedaron por debajo de la inflación acumulada, mientras el costo de vida sigue subiendo”.
“El gobierno de Weretilneck viene aplicando un ajuste silencioso que castiga a los trabajadores públicos. No hay paritarias reales, no hay actualización y los salarios están licuados”, señalaron desde la conducción sindical. También advirtieron que, de no haber una convocatoria urgente al diálogo, podrían profundizar las medidas de fuerza con paros y nuevas movilizaciones en los próximos días.
La protesta se enmarca en un clima de creciente malestar dentro del empleo público provincial, afectado por la pérdida del poder adquisitivo, el congelamiento de algunos adicionales y la falta de pases a planta permanente. Sectores de la salud, educación, administración central y servicio penitenciario participaron de la marcha, mostrando un frente gremial unificado frente a las políticas de ajuste.
Con bombos, banderas y cánticos, los trabajadores recorrera las principales calles de la ciudad hasta llegar a la plaza San Martín, donde se leyó un documento final que exige al gobernador “una urgente recomposición salarial que devuelva dignidad a los estatales rionegrinos”.
El conflicto entre UPCN y el gobierno de Weretilneck entra en una nueva fase, con fuerte respaldo territorial y un reclamo que promete extenderse si no hay respuestas concretas en los próximos días.