El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, confirmó que avanza la negociación de un swap por u$s20.000 millones con la Argentina, como parte del salvataje financiero que impulsa Washington para apuntalar al Gobierno de Javier Milei. El anuncio abre interrogantes sobre el nivel que alcanzarían las reservas internacionales, la continuidad del acuerdo con China y su incidencia en la meta de acumulación de divisas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Actualmente, las reservas brutas del Banco Central se ubican en u$s39.176 millones. De concretarse el nuevo acuerdo, se elevarían a u$s59.176 millones, aunque los economistas advierten que el swap solo impacta en las reservas brutas y no en las netas, ya que se trata de un préstamo contingente. “Uno sigue debiendo los u$s20.000 millones y solo se pueden usar los tramos activados, pagando una tasa de interés”, explicó a Ámbito Federico Machado.
Una de las incógnitas es si el acuerdo con Estados Unidos coexistirá con el swap de monedas vigente con China, equivalente a unos u$s18.200 millones. Según economistas, “es probable que la nueva línea tenga como requisito desarmar el swap con el Banco Popular de China”.
Respecto de las metas del Fondo, los analistas coinciden en que el swap norteamericano no modificará los objetivos de reservas netas, del mismo modo que sucede con el acuerdo chino. “La meta de reservas netas excluye este tipo de instrumentos. Lo que sí, indirectamente, el respaldo de Estados Unidos mejora la capacidad de pago y la estabilidad cambiaria”, señaló Gravina.
Hoy, las reservas netas se calculan en torno a u$s5.200 millones, alrededor de u$s7.000 millones por debajo de la meta fijada por el FMI para el cuarto trimestre de 2025. Sin embargo, para consultores como Facimex, el apoyo internacional de esta semana relativiza la importancia de ese objetivo, al reforzar la posición financiera del país.
Bessent adelantó que, además del swap, el Tesoro estadounidense está dispuesto a comprar bonos argentinos en dólares y a habilitar un crédito stand-by a través del Fondo de Estabilización Cambiaria. Según cálculos privados, un swap de u$s20.000 millones permitiría cubrir los vencimientos de deuda soberana en dólares hasta abril de 2027, dando aire al programa económico y blindando la gestión de Milei.